Cómo nos venden la moto

Cómo nos venden la moto

Todos somos, en menor o mayor grado, conscientes de la evolución de la sociedad, especialmente en las puertas del siglo pasado Ésta va de la mano, a su vez, de un progreso tecnológico brutal. La globalización, la implantación y crisis del Estado del Bienestar, la revolución tecnológica, etc., no son conceptos ajenos y desconocidos para nosotros. Sin embargo, sí que en algunos aspectos no están tan interiorizados como parece. Así pues, nos encontramos en una realidad compleja en que los medios de comunicación constituyen un componente esencial para entenderla. Este libro pretende abrir los ojos al lector respecto a esta realidad, donde diversidad de cuestiones pasan desapercibidas o, simplemente, son tratadas con indeferencia o, peor aún, son desconocidas e ignoradas.

Respecto a los autores, cabe señalar la diferencia en cuanto a rama de conocimiento. No obstante, los dos comparten la pasión por el lenguaje en todas sus formas y posibilidades. Así pues, al norteamericano Avram Noam Chosmky (7 de diciembre de 1928, Filadelphia) se le reconoce por su aportación en lingüística (Lingüística cartesiana, 1966) y psicología. Su contribución aquí consiste en la creación de la teoría de la Gramática Universal, la cual se opone a la corriente conductista de B.F. Skinner preponderante en los años cincuenta (crítica de la Conducta Verbal de éste). Su legado también se corresponde al ámbito político (El gobierno en el futuro, Los guardianes de la libertad, entre otros). Estudiante de Filosofía y Lingüística en la Universidad de Pensilvania, desde el 2009 es miembro honorario de la AIPTI (Asociación Internacional de Profesionales de la Traducción y la Interpretación) y actualmente también es profesor emérito de lingüística en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachussetts). Esta obra ocupa el noveno puesto en su producción de obras de carácter político.

Por su parte, el gallego Ignacio Ramonet (5 de mayo de 1943, Pontevedra) es doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) y catedrático de Teoría de la Comunicación en la Universidad Denis-Diderot  residente en la capital francesa desde 1972. Especialista en geopolítica y estrategia internacional, se le atribuye la dirección de la revista mensual francesa Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de voir. Ramonet es autor de obras como La golosina visual, La tirania de la comunicación o La catástrofe perfecta. Como nos venden la moto constituye una de sus primeras obras.

Frecuentemente somos meros espectadores, ciudadanos pasivos, algo que Chomsky y Ramonet denuncian aquí, denominándonos “el rebaño desconcertado” –terminología introducida por el analista político y teórico de la democracia liberal americano Walter Lippmann.  Más aún, este “rebaño desconcertado”, que se corresponde a la mayoría de la población, también se comporta como niños pequeños; así lo alerta Noam Chomsky: “hay que domesticar al rebaño desconcertado, y no dejarle que brame y pisotee y destruya las cosas, lo cual viene a encerrar la misma lógica que dice que sería incorrecto dejar que un niño de tres años cruzara solo la calle. No damos a los niños de tres años este tipo de libertad porque partimos de la base que no saben cómo utilizarla. Por lo mismo, no se da ninguna facilidad para que los individuos del rebaño desconcertado participen en la acción; sólo causarían problemas”.

Chomsky y Ramonet nos advierten de los peligros de los mass media en múltiples campos y ámbitos. Uno de éstos es la política. Citando nuevamente a Lippman, -y en el mismo apartado del libro-, el lingüista americano previene: “en la democracia se dan dos funciones: por un lado, la clase especializada, los hombres responsables, ejercen la función ejecutiva, lo que significa que piensan, entienden y planifican los intereses comunes; por otro, el rebaño desconcertado también con una función en la democracia que, según Lippman, consiste en ser espectadores en vez de miembros participantes de forma activa”. Por consiguiente, los autores ponen en tela de juicio la noción de democracia, desde la perspectiva ya comentada de los medios publicitarios y de comunicación. “La propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al Estado totalitario”

Acerca del estilo, cabe decir que la brevedad de los apartados que conforman los capítulos y la incorporación de un glosario final contribuyen a la comprensión de la lectura, agilizándola y haciéndola más amena al lector. De igual manera, el tema y sus motivos derivados son planteados con una dinámica que permite una mayor profundización que, con todo, no es directamente proporcional a su extensión, tal como se ha dicho anteriormente. La ejemplificación de las tesis planteadas mediante casos reales  -la Guerra del Golfo, e y la adjunción de datos y estadísticasson recursos a los que acuden los autores que, por una parte, demuestran lo divulgado y que, por otra parte, abonan esta facilidad.

El libro está estructurado en dos grandes bloques o capítulos que se corresponden a cada autor. Así pues, el primer capítulo –El control de los medios de comunicación- está redactado por Noam Chomsky y el segundo –Pensamiento único y nuevos amos del mundo- por Ignacio Ramonet. A pesar de este “contraste”, la continuidad y cooperación no deja de interrumpirse. Estos dos capítulos, a su vez, se dividen en breves apartados –ocho y nueve respectivamente- de longitud variable entre un mínimo de tres y un máximo de ocho páginas. Las últimas cuatro páginas están dedicadas a un glosario de términos y conceptos y, seguidamente, a la bibliografía con que los autores se han basado en algunos aspectos.

En definitiva, Cómo nos venden la moto es una demostración de cómo puede interpretarse la realidad en relación a los medios de comunicación y la publicidad y el rol que desempeñan éstos en la actualidad, así como su evolución. Me ha parecido un libro sumamente interesante, pues su breve extensión no impide a Chomsky y Ramonet profundizar sobre gran diversidad de cuestiones de tal manera que el lector comprende toda la información plasmada y se siente partícipe de ésta, la interioriza.